jueves, diciembre 15, 2016

Dulce diciembre

Llegó el fin de año, y siempre veo a diciembre como un mes para hacer un cierre mental, escribir mis propósitos del siguiente año y evaluar lo que hice en los últimos once meses, me resulta refrescante para iniciar el siguiente año.

La llegada de diciembre se hace notar. La energía que hay en éste mes a mi alrededor dificilmente pasa desapercibida. La gente empieza a planear las posadas, la cena de nochebuena, la fiesta de fin de año. Se siente en las calles, cuando vas al super o a las plazas, que además ya están decoradas con luces y un gran y exhuberante árbol navideño (a veces tanto, que lo único que tiene de pino, es la forma), se organizan las cenas navideñas con amigos, y los vecinos cuelgan en sus puertas coronas y figurines de Santa Claus. El trabajo fue el primer lugar en el que sentí llegar al dulce diciembre. Desde el mes pasado, por ejemplo, hice mi solicitud para pasar el 24 y 25 de diciembre en casa; y con ésto empezó la ansiedad y la expectativa por saber cómo se iba a desarrollar mi vida en el último mes del año. Por suerte, la solicitud fue satisfactoriamente otorgada a fines de noviembre. Al mismo tiempo, empecé a sentir un cambio de actitud en los viajeros a bordo del avión. Ya subieron con las maletas llenas de compras, con la energía navideña, y empezaron a sonar los villancicos como música para abordar.

Dentro de tanto ajetreo, resulta un poco difícil encontrar un momento y espacio de calma para poner en orden mis ideas y reflexionar sobre mi año, y para poder escribir los propósitos del siguiente.  Sin embargo, me doy un tiempo para hacerlo por que disfruto de la ocasional introspección, y me complace informarles que, en éste momento el análisis ha sido llevado a cabo exitosamente y estoy lista para entrar al 2017 con toda la actitud!

Ésta es mi forma de hacerlo: Busco un momento de soledad (por lo general lo hago en mis pernoctas) y tengo una libreta desde hace varios años en donde me desahogo de repente, (cosas buenas, cosas malas), que me sirve para dejar fluir mis ideas, ponerles orden, reflexionar; y bueno, ahí he escrito mis propósitos desde hace cuatro años. Cada fin de año, desde hace tres años, releo los del año pasado. Han sido mas o menos los mismos desde entonces, para ser honesta. Hay algunos que, para estas fechas ya los he convertido en un hábito. Otros los cumplo por periodos, de repente me desvío y de repente los retomo, y esos propósitos que me siguen interesando y que no logro cumplir al 100,  los volví a escribir para hacerlo el siguiente año. No se los voy a compartir como tal, pero finalmente es una lista de quehaceres y actitudes para ser una mejor persona en todas las áreas de mi vida y, a fin de cuentas, no importa el mes ni el año; creo que es por lo que tengo que trabajar siempre.

Termino el año agradecida con Dios y con la vida, por darme la oportunidad de vivir experiencias tan gratificantes éste 2016 como: celebrar el amor y la unión con mi ahora esposito en frente de familia y amigos queridos,  viajar con mi mami y ver y sentir su emoción al conocer una hermosa ciudad como es Paris, disfrutar de Madrid, mi ciudad favorita varias veces en éste año, vencer miedos de experiencias pasadas al cruzar el Océano Pacífico,  despedirme del departamento que fue mi hogar los últimos cuatro años y empezar con nuevas ideas, nuevos planes y una actitud positiva en un nuevo lugar.

Y ustedes, como cierran éste año, como recibirán el 2017?


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