sábado, diciembre 24, 2016

Feliz Navidad!

Hoy me desperté sintiendo una paz y el famoso 'espíritu navideño' que hace algunos años no sentía. A pesar de que las últimas semanas han sido una locura, ya que mi esposo y yo hicimos mudanza exprés acompañada de una carga de trabajo típica de fin de año, hay algo en el aire esta vez que nos ha tenido positivos y optimistas. Tal vez es justamente ese cambio de casa tan cerca del fin de año, que le da un sentido más amplio a la frase: 'año nuevo, vida nueva'. Yo ya desempaqué algunas bolsas de ropa y me deshice de la mitad liberándome de cargas mentales en cuestión de horas. Como que había mucha cosa vieja que, aunque me dio muchas alegrías, ya le pasó su momento y ahora solo estaba estorbando.

Ayer fuimos al centro comercial a buscar trapitos nuevos para recibir a Jesús, y el tráfico que no había en las calles estaba en las tiendas. Oh, por Dios! Aún así (raro), no nos estresamos. Hicimos las compras pertinentes y vimos la nevada en Antara (que por cierto, se te mete a los ojos, a la boca y a la nariz! jajaja!). Cerramos la noche con unos taquitos, hay que preparar el estómago para la cena que nos espera esta Noche Buena 😛

Y ahora, vamos en camino al pueblo. La carretera está cargada pero vamos con calma. Mientras los pasteles no se despanzurren y la champaña (que ya estaba fría) no se queme, vamos divertidos observando a los de los otros coches, como a la señora que ya trae puestos los tubos para el peinado majestuoso que llevará esta noche (jajajaja!).

Me despido deseándoles la mejor Noche Buena, que hoy Dios llegue y encuentre sus casas y sus corazones abiertos. Que ustedes lo reciban con las mejores galas, la comida más deliciosa y una actitud de paz, armonía, bondad y mucho amor! Que se diviertan a tope, disfruten y agradezcamos que, una vez más, celebramos una dulce Navidad.

Nos estamos leyendo!

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